LA CORONACION DE JESUS

DANIEL  7   LA CORONACION DE JESUS

 

9 Yo estuve mirando
hasta que fueron colocados unos tronos
y un Anciano se sentó.
Su vestidura era blanca como la nieve
y los cabellos de su cabeza como la lana pura;
su trono, llamas de fuego,
con ruedas de fuego ardiente.

 

El Anciano es Dios Padre, las llamas de fuego representa la omnipotencia que todo lo purifica.

10 Un río de fuego brotaba
y corría delante de él.
Miles de millares lo servían,
y centenares de miles estaban de pie en su presencia.
El tribunal se sentó
y fueron abiertos unos libros.

 

¿ Quien podrá cruzar ese río de fuego para acercarse a Dios ?  los que ya fueron purificados por el Señor,  los libros  llevan escrito las palabras de Dios,  los que confiaron en sus palabras atravesaran el río de fuego, y los que no creyeron  lo cruzaran también pero con mucho dolor  como quien se quema



13 Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas,
y vi que venía sobre las nubes del cielo
como un Hijo de hombre;
él avanzó hacia el Anciano
y lo hicieron acercar hasta él.

 

Este hijo de hombre, es Jesús de Nazaret el hijo de Dios que viene para ser coronado de gloria como Señor del Cielo y de la tierra

14 Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino,
y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas.
Su dominio es un dominio eterno que no pasará,
y su reino no será destruido.

 

Antiguamente, cuando un rey era coronado comenzaba una nueva época hasta el próximo rey,   el Reinado de Jesús  se inició hace más de dos mil años,  todas las naciones del mundo cuentan sus días  a partir de su coronación , ¿ quien lo dispuso ?  -  Daniel lo vio y lo profetizó.

SALMO   97

LA MANIFESTACIÓN DE LA REALEZA DIVINA

1 ¡El Señor reina! Alégrese la tierra,
regocíjense las islas incontables.

2 Nubes y Tinieblas lo rodean,
la Justicia y el Derecho son
la base de su trono.

3 Un fuego avanza ante él
y abrasa a los enemigos a su paso;
4 sus relámpagos iluminan el mundo;
al verlo, la tierra se estremece.

5 Las montañas se derriten como cera
delante del Señor, que es el dueño de toda la tierra.

6 Los cielos proclaman su justicia
y todos los pueblos contemplan su gloria.

7 Se avergüenzan los que sirven a los ídolos,
los que se glorían en dioses falsos;
todos los dioses se postran ante él.

8 Sión escucha y se llena de alegría,
se regocijan las ciudades de Judá,
a causa de tus juicios, Señor.

9 Porque tú, Señor, eres el Altísimo:
estás por encima de toda la tierra,
mucho más alto que todos los dioses.