HIPOCRESIA DE LOS FALSOS PROFETAS

Jesús dice;  ustedes son santuario del Espíritu Santo, pero poco y nada le damos importancia,  también dice;  no jures ni por uno solo de tus cabellos porque no puedes hacer nada, tampoco le damos importancia, pero es tan importante que el no cumplir con este mandamiento puede llevarnos al infierno.   veamos lo que dice Jesús tomando en cuenta que el verdadero templo del Espíritu Santo es el hombre.

 

 

Invectivas contra los escribas y los fariseos
Lc. 11. 39-48, 52, 49-51

13 "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran.

 

Estas palabras están dirigidas a los religiosos que se la dan de maestros

15 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!

 

Esta parte,  es más bien para los cristianos , puesto que los judíos  no hacen proselitismo

16 ¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: "Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale"!

Cuantas veces juramos por un ser querido o por nosotros mismos, pero lo consideramos menos importante que firmar un pagaré  por una cantidad de dinero ,  Jesús vino para salvar al hombre no a su dinero.  por lo tanto el hombres es más importante que el dinero.

17 ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro?

18 Ustedes dicen también: "Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar".

19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda?

Juramos ante Dios y consideramos el valor de nuestra ofrenda, sin pensar si lo que ofrecemos es agradable a Dios sin pensar que Dios es más importante que cualquier ofrenda.  creemos que nuestra ofrenda puede comprar la voluntad de Dios.

20 Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está sobre él.

Cuando Juramos por una persona  incluyendo a nosotros mismos, estamos jurando también por Dios, por que el Espíritu Santo que habita en nosotros, es también Dios,

21 Jurar por el santuario, es jurar por él y por aquel que lo habita.

22 Jurar por el cielo, es jurar por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él.

Un juramento es también una promesa y una promesa es también un juramento

Cuidate de no jurar,  si no lo pagas en esta vida, lo pagaras después de tu muerte.

Un juramento es una atadura, y todo lo que atemos en esta vida quedara atado en el cielo.