LO QUE DIOS QUIERE
LUCAS 4
16 Vino a Nazará, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.
La profecía decía que el Mesías saldría de Belén, y Jesús nació en Belén, pero como vivió siempre en Nazaret, nadie lo sabía
17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:
18 = El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos =
19 = y proclamar un año de gracia del Señor. =
Y esto es exactamente lo que hizo Jesús, liberarnos de nuestros errores y pecados, de nuestras cegueras de espíritu y soberbia, de nuestras opresiones productos de nuestras propias maldades, venganza, odio, rencores, etc.
24 Y añadió: "En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria."
Esto es así porque pocos son los que creen que un hombre humilde, puede ser enseñado y educado por el mismo Dios, y un día salir a predicar con una sabiduría que supera ampliamente a los más doctos, sin haber salido de una escuela o universidad, y sin poder comprender que el Espíritu Sánto no s enseña hasta cunado estamos dormidos.
25 "Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país;
26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a = una mujer viuda de Sarepta de Sidón. =
27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio."
28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira;
En ese tiempo, Dios no tuvo compasión de su pueblo elegido, lo tuvo en cambio con dos personas paganas, que sin saberlo daban culto a Dios, porque eran personas humildes y caritativas.
La viuda de Sidón compartio con Elias el profeta lo último que le quedaba para alimentarse ella y su hijo, Dios tuvo compasión de esta mujer y desde ese momento nunca le falto harina ni aceite .
Naamán el Sirio, Jefe supremo del ejército de Siria, enemigos de Israel, creyó en una muchachita Judía , y fue a Israel para ser curado de su lepra por Eliseo el profeta, y no solo eso, también acepto los consejos de sus sirvientes, que le exortaron a cumplir con lo que le había mandado hacer Eliseo, se sumergió siete veces en el Jordán y quedo totalmente limpio de su lepra y reconoció a Dios como el único creador de todas las cosas que existen.
La historia de Naamán se encuentra en el 2o. libro de Reyes 5. 1- 27
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