LA PALABRA DE DIOS ES DE DOBLE FILO
Jesús siempre enseño en parábolas, es decir indirectamente, empleando términos difícil de entender, son de doble filo, los soberbios que se creen sabios no la pueden entender, y las interpretan de acuerdo a sus conveniencias, y cuando es revelada la interpretación correcta se descubren sus mentiras , de esta manera queda preservada la verdad, que solo es conocida por la gente humilde que buscan a Dios.
Veamos la siguiente lectura:
JUAN 6
52 Discutían entre sí los judíos y decían: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?"
53 Jesús les dijo: "En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
La carne es un alimento y el pan también es un alimento, la palabra de Dios, es también un alimento, sus enseñanzas, sus mandamientos son alimentos espirituales, y la sangre de Jesús es su Espíritu, es el mismo Espíritu de Dios Padre, cuando escuchamos la palabra de Dios nos alimentamos espiritualmente, y cuando ponemos en practica sus enseñanzas y mandamientos, vamos bebiendo su sangre, es decir su espíritu. y de este modo vamos preparandonos para la otra vida después de la muerte.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.
57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.
En la medida en que vamos alimentandonos con su palabra y bebiendo su Espíritu, vamos consolidando un lazo espiritual con Dios con Jesús y con los demás seres celestiales, todo se hace más claro, lo que ahora es imposible de entender lo entenderemos, porque el conocimiento y el Espíritu de Dios se consolida con nuestro ser.
58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre."
Como ven, Jesús ahora emplea el pan para señalar de que está hablando de alimento, Comer su carne o el pan bajado del cielo, es lo mismo.
Sabemos que más tarde o más temprano vamos a dejar este mundo, nuestro cuerpo de carne y huesos quedara y se volverá polvo , pero nuestra alma y el Espíritu que recibimos formaran un solo cuerpo que renace para la vida eterna.
59 Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm.
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