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PARATUBIENESTAR

LOS DOLORES DEL PARTO

La perdida de un ser querido nos causa un profundo dolor, es una reacción natural de nuestra debilidad  y nuestra ignorancia de las cosas de Dios en lo referente a la resurrección.

Una cosa es sufrir sin consuelo la muerte de un ser querido, y otra cosa es sufrir con el consuelo de un próximo reencuentro.

A continuación, Jesús nos enseña en parábola  como debemos tomar este hecho inevitable, una enseñanza  que es una realidad y a la cual debemos aferrarnos con todo el corazón,   una esperanza que no será defraudada:

 

 

JUAN   16

 

 

16 "Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver."
17 Entonces algunos de sus discípulos comentaron entre sí: "¿Qué es eso que nos dice: "Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver" y "Me voy al Padre"?"
18 Y decían: "¿Qué es ese "poco"? No sabemos lo que quiere decir."
19 Se dio cuenta Jesús de que querían preguntarle y les dijo: "¿Andáis preguntándoos acerca de lo que he dicho: "Dentro de poco no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver?"

 

Jesús se refiere a su muerte y resurrección  tal como todos sabemos que sucedió,    murió  y al tercer día resucito y  sus discípulos lo vieron,  lo mismo ocurrirá con todos nosotros,  sufriremos la muerte  pero sin lugar a dudas volveremos a encontrarnos,  todos debemos vivir con esta esperanza , por que la esperanza no falla.


20 "En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará.Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.
21 La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo.

 

El sufrimiento y la muerte,   Jesús lo compara con un parto que sufre una mujer para dar a luz , así sucedió con El,  pero ahora ya resucitado está con nosotros para alentarnos en ese doloroso parto que nos llevará a una felicidad eterna,  a renacer a la luz divina,   Jesús lo hizo posible, ya no debemos desesperarnos, sino dejarnos guiar por el Espíritu Santo

 


22 También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar.
23 Aquel día no me preguntaréis nada.En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre.

 

Pidan y se les dará, busquen y encontrarán,  golpeen y se les abrirá

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