HE AQUÍ QUE DÍAS VIENEN
Antigua profecía por boca del profeta Jeremías
JEREMÍAS 31
31 He aquí que días vienen - oráculo de Yahveh - en que yo pactaré con la casa de Israel (y con la casa de Judá) una nueva alianza;
32 no como la alianza que pacté con sus padres, cuando les tomé de la mano para sacarles de Egipto; que ellos rompieron mi alianza, y yo hice estrago en ellos - oráculo de Yahveh -.
32 no como la alianza que pacté con sus padres, cuando les tomé de la mano para sacarles de Egipto; que ellos rompieron mi alianza, y yo hice estrago en ellos - oráculo de Yahveh -.
Dios le había dado a su pueblo los diez mandamientos y sus preceptos, pero los judíos, una y otra vez rompían el pacto establecido, se alejaban de Dios y caían en la idolatría y sus graves consecuencias, y no solo los Judíos, también los cristianos de hoy que se guían por preceptos de hombres., ¿ porque esa falta de lealtad o ingratitud ? , porque aún no era tiempo para que baje el salvador con su Espíritu Santo.
33 Sino que esta será la alianza que yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos días - oráculo de Yahveh -: pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Nadie, ningún hombre puede conocer las cosas del Reino de los Cielos, si no cuenta con el Espíritu Santo, pero después del Sacrificio de Jesús, su muerte y resurrección, está el Espíritu a disposición de los que quieran aprender del Evangelio de Jesús, los que confían en el Señor, "" pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré "", significa que el Espíritu Santo se unirá con nuestras almas, entonces ya no habrá infidelidad ni miedo a la muerte, conoceremos la meta hacia donde nos dirigimos toda la humanidad, conoceremos los misterios del Reino, y ya no habrá más tristeza en nuestros corazones,
34 Ya no tendrán que adoctrinar más el uno a su prójimo y el otro a su hermano, diciendo: "Conoced a Yahveh", pues todos ellos me conocerán del más chico al más grande - - oráculo de Yahveh - cuando perdone sus culpas, y de su pecados no vuelva a acordarme.
Queda claro para los que quieran entender y oír, que no es de los hombres de quien tenemos que instruirnos, sino a través del Espíritu Santo, tal como lo promete Dios en el versículo anterior, y esta promesa es para todos sin distinción.
No pongas tu confianza
en los que mandan
ni en el mortal, que no puede salvar;
pues cuando mueren, se convierten
en polvo y ese mismo día se acaban sus proyectos.
0 comentarios