EL BIEN Y EL MAL
GÁLATAS 5
18 Pero, si sois conducidos por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
Lo que dicta la ley, estamos obligados a cumplir, si nos sentimos obligados, es porque no queremos hacer lo que debemos, no robar dice la Ley, pero igualmente robamos, pero si somos guiados por el Espíritu, ya no podemos robar,
19 Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje,
20 idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones,
21 envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.
Las obras de la carne, o sea nuestra naturaleza, son; idolatría, odios, discordias, etc. nacimos de carne y huesos, y junto con la carne vienen todas estas cosas, crecemos en inteligencia, y crecemos también en con todos sus males, es lo que dice la parábola de la cizaña
22 En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad,
23 mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley.
Podemos notar en nuestra propia conducta, si somos fruto de la carne ( naturaleza ) o si somos fruto del Espíritu, según lo que hacemos.
24 Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias.
25 Si vivimos según el Espíritu, obremos también según el Espíritu.
26 No busquemos la gloria vana provocándonos los unos a los otros y envidiándonos mutuamente.
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