Blogia
PARATUBIENESTAR

LA CEGUERA

La palabra de Dios se puede interpretar desde varios ángulos, es muy rica en sabiduría, la siguiente lectura es un ejemplo.  
Una persona puede ser ciego de nacimiento, o adquirir una ceguera peor, la de no ver las necesidades de los demás,  un servidor del Señor, puede caer en esa ceguera porque utiliza la palabra de Dios como una ley,  y  se pone en el lugar de un juez,  lo cual indica que perdió el amor  que tenía al comenzar a servir.  incluso nos oponemos a los que claman a Dios, exigiendoles  cosas que nada tienen que ver con la fe,  por el contrario, matan la fe por la obligación que se impone.
 
Jesús jamás obligo a nadie a que haga tal o cual cosa antes de curarle, ni le pedía explicaciones ni siquiera le preguntaba su nombre,  El veía la necesidad de la gente y eso era suficiente para sanarle.
 
Sabemos porque está escrito, pero lo olvidamos;  " podría hablar el lenguaje de los ángeles, tener una fe como para mover montañas, o hacer sacrifico arrojando mi cuerpo a las llamas, pero si no tengo amor, de nada me sirve.
 
Lo que queda por hacer entonces, es clamar a Dios para recuperar lo perdido y comenzar de nuevo como al principio
 
 
Lucas (18, 35-43)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello, y le explicaron que era Jesús el nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar: “¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!”

Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él se puso a gritar más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!” 

 

Los que iban adelante y regañaban al ciego, son los que convierten en ley el Evangelio, es un grave error,  en lugar de predicar la fe, predican leyes, 

 

Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?” El le contestó: “Señor, que vea”. Jesús le dijo: “Recobra la vista; tu fe te ha curado”.

Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

 

0 comentarios