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PARATUBIENESTAR

DOS MONEDITAS - CUERPO Y ALMA

Es lógico que los hombres de este mundo, busquen riquezas y placeres de este mundo, y es lógico pensar que nadie va a regalar más allá de unos cuantos pesos.

 
Pero, que pasaría si encontramos algo mejor que está vida? - o que otros la hayan encontrado y están trabajando para llegar a poseerla ?
 
¿ No será esta la conversión que nos pide Dios? -  Jesús dice:  " El reino de Dios es como un tesoro escondido en un campo, un hombre la encontró, lo volvió a esconder, fue y vendió todo lo que tenía y compro ese campo donde encontró el tesoro.
 
El Espíritu Santo es el tesoro más preciado que un hombre puede aspirar,  sin el Espíritu de Dios, somos lo peor,  en cambio,  con el Espíritu de Dios, somos perfectos y tenemos vida eterna,  ningún mal , ningún poder puede dañar al que lo posea,
 
Pero este tesoro, no es fácil de obtener,  hay que dar todo lo que tenemos para vivir en este mundo,   poner a disposición del Señor,  nuestro cuerpo y alma,  - para que por medio de su Espíritu Santo nos convierta en hijos de Dios,
 
Veamos la siguiente lectura, y recuerden que Jesús enseña en parábolas:



Lucas  21: 1 - 4

1
Alzando la mirada, vió a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro;

2
vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas,

3
y dijo: «De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos.
 
Esas dos moneditas, representan nuestro cuerpo y alma,  es lo que tenemos que dar, de la misma forma que lo hizo Cristo,  -no que tengamos que ser crucificado,  sino por el esfuerzo en hacer conocer el Evangelio, de palabra y con el ejemplo de nuestra vida cotidiana.

4
Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir.»
 
Y todo lo que tenemos para vivir, es justamente nuestro cuerpo y alma,  - en cambio, los ricos no lo querrán,  consideran que ya lograron la gran vida,  - pero la perderán -
Jesús dice; ""el que encuentre su vida la perderá,  y el que la pierda por mi y por el Evangelio, la encontrará

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