LAS IGLESIAS, UN CONTRASENTIDO DEL EVANGELIO

Una iglesia en si mismo es un absurdo, su creación y sus estatutos son totalmente opuestos al Evangelio y a la vida misma de Jesús, el mote de *iglesia* ya es un absurdo porque fue inventado o imitado de la democracia griega, que, nada tiene que ver puesto que, Jesús jamás se expreso en griego, .. es un absurdo que teólogos y *sabios* se apoyen en el significado de las palabras griegas, es un contra sentido fatal.
Jesús habla de ser uno con el y con Dios, un solo Dios, un solo Señor un solo Evangelio, una sola fe, lo que en su conjunto significa *COMUNIDAD* - Es decir unidos en común
Pedro el apóstol, jamás estuvo en Roma, Pedro fue enviado a los judíos, mientras que Pablo fue enviado a los gentiles, es decir a Roma, el mismo Señor Jesús lo dice. está escrito en los hechos de los apóstoles.

Hechos 26
15 Yo respondí: «¿Quién eres, Señor?». Y me dijo: «Soy Jesús, a quien tú persigues.

16 Levántate y permanece de pie, porque me he aparecido a ti para hacerte apóstol y testigo de las cosas que has visto y de aquellas en que yo me manifestaré a ti.

17 Te libraré de los judíos y a las naciones paganas te envío 

Como todos sabemos, Pablo no fundó ninguna *iglesia* - ekklesia en griego, la ekklesia es una asamblea legislativa de la antiguedad, donde se legislaban las leyes y se nombraba a los magistrados y jueces, de la democracia griega - nada que ver con los mandatos de Jesús a sus apóstoles. .. saquen ustedes sus propias conclusiones.


Filipenses 3: 17 - 2117 Hermanos, sed imitadores míos, y fijaos en los que viven según el modelo que tenéis en nosotros.

18 Porque muchos viven según os dije tantas veces, como enemigos de la cruz de Cristo,y ahora os lo repito con lágrimas, 

19 cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria está en su vergüenza, que no piensan más que en las cosas de la tierra.

20 Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor Jesucristo,

21 el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas.