MENTES CERRADAS
Mateo 8
28 Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino.
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Estos hombres, estaban endemoniados por el absolutismo de sus ideas, cerrados de mentes, no toleraban ser contrariados por nada ni nadie.
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29 Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»
Jesús es Dios, por ser Hijo de Dios y es hombre por ser hijo de María, conocedor de su Padre y conocedor de su Madre. ; Enseñaba en parábolas para que la gente use su propio razonamiento y aprenda de sus enseñanzas, - para que, el que quiera oír que la oiga.
30 Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos paciendo.
Los cerdos no distinguen lo bueno de lo malo, comen cualquier cosa que se le den. cosas buenas como cosas malas.
31 Y le suplicaban los demonios: «Si nos echas, mándanos a esa piara de puercos.»
Era lógico, los absolutista cerrados de mente, prefieren interlocutores igual que los cerdos, ; los que no distinguen lo bueno de lo malo
32 El les dijo: «Id.» Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas.
Lo cual significa que. aquellos que no se ocupan por separar lo bueno de lo malo, terminan igual que los cerdos.
33 Los porqueros huyeron, y al llegar a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados.
34 Y he aquí que toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, en viéndole, le rogaron que se retirase de su término.
Se entiende que los porqueros o criadores de cerdos se sentían perjudicados en sus negocios con gente que aceptaban las cosas sin importales si lo que compraban eran de buena calidad o no.
Si discernimos detenidamente lo que dice Dios por boca del profeta Amos, podríamos entender mejor esta parábola de los endemoniados Gadarenos
Lectura del libro del profeta
Amós (5, 14-15.
21-24)
Esto dice
el Señor:
“Busquen el bien, no el mal, y vivirán, y así estará con ustedes, como ustedes mismos dicen, el Señor, Dios de los ejércitos.
Aborrezcan el mal y amen el bien, implanten la justicia en los tribunales; quizá entonces el Señor, Dios de los ejércitos, tenga piedad de los sobrevivientes de José. - ( el hijo de Jacob, el que fue vendido por sus hermanos )
Yo desprecio y detesto las fiestas de ustedes, no me agradan sus
solemnidades. Aunque me ofrezcan holocaustos, no aceptaré sus ofrendas
ni miraré con agrado sus sacrificios de novillos gordos.
Alejen de mí el ruido de sus canciones; no quiero escuchar la música de sus
arpas. Que fluya si, la justicia como el agua y la bondad como un torrente inagotable
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