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PARATUBIENESTAR

EL SEPTIMO DIA

Hasta el día de hoy, son pocos los conocen el verdadero sentido del sacrificio de Jesús,  el día en que fue crucificado muerto y sepultado, comenzó el séptimo día, y solo Dios sabe cuando finalizará este día,  porque los siete días de la creación no son de 24 horas, solo Dios lo sabe,  el séptimo día es el de la santificación de toda la creación,  todos fuimos santificados con la sangre del cordero de Dios, Jesús de Nazaret.  Para poder comprender todas estas cosas,  Jesús nos dejo sus enseñanzas que están escrita en el Evangelio y es palabra de Dios,  La fe es un misterio y consiste en aceptar y poner en practica lo que no podemos comprender,  todos fuimos declarados Santos e hijos de Dios,  - el problema es que no queremos aceptar la santificación, somos rebeldes, haraganes y miedosos,   lo que más tienen, y no hablo solo de bienes materiales,  también esta el conocimiento, la instrucción y la educación,  no quieren ceder sus privilegios, nadie quiere compartir lo que tiene ,  demasiado egoísmo, demasiada soberbia,  vanidad y violencia.  

 No creen en la palabra de Dios,   no creen en la tierra prometida que es el Cielo,  entonces rechazan el regalo de Dios,  de este modo les queda un solo camino el del infierno que tampoco creen,   el infierno tal como se lo describe en la biblia, no es un lugar donde la gente se quema en fuego,  si es un tormento muy grande, y sabemos que cuando el tormento que sufrimos es grande,  una hora parece toda una eternidad,   como dice Jesús, " afuera será el llanto y el rechinar de dientes"  -   en conclusión, nuestro infierno lo elegimos nosotros por no creer, por no tener amor, por ser egoístas, y ambiciosos.  
     

Lucas (19, 11-28)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, él les dijo esta parábola:

"Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada uno y les dijo: 'Inviertan este dinero mientras regreso'.

 

Los que son verdaderos servidores del Señor,  poseen dones, puede ser uno o varios, según las ganas que tienen de crecer en santidad, esos dones son de mucho valor para ponerlos al servicio de la comunidad, no para lograr una posición social y económica, son para dar, y como dice Jesús,  " hay más satisfacción en dar que en recibir "

 

 

Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran: 'No queremos que éste sea nuestro rey'.

 

Jesús es el amor de Dios,  lo sabemos porque dio hasta la última gota de su sangre para nuestra santificación.

 

 

Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno.

Se presentó el primero y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas'.

El le contestó: 'Muy bien. Eres un buen empleado. Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador de diez ciudades'.

Se presentó el segundo y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido otras cinco monedas'.

Y el señor le respondió: 'Tú serás gobernador de cinco ciudades'.

Se presentó el tercero y le dijo: 'Señor, aquí está tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que no ha sembrado'.

 

Cuando el servidor de Dios utiliza sus dones gratuitamente en beneficio de la comunidad,  está prodigando el amor de Dios, y el que lo recibe,  alaba y agradece a Dios,  y la gracia se va multiplicando,   - si un hombre rico repartiera  su dinero, el dinero se agotaría,  pero con el amor de Dios,  sucede al revés, cuando más amor se da,  más amor crece , más amor se tiene, y el amor tiene mucho más poder que el dinero.

 

 

El señor le contestó: 'Eres un mal empleado. Por tu propia boca te condeno. Tú sabías que yo soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado, ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco para que yo, al volver, lo hubiera recobrado con intereses?'

 

Los dones que podamos recibir,  no son medallas de condecoración para lucirlas, sino para usarlas,  pero como somos miedosos no las usamos por temor a equivocarnos,  es un pecado o error,  no debemos temer a las equivocaciones,  porque enseñan más que los aciertos,    los dones se pierden si no los usamos.

 

 

Después les dijo a los presentes: 'Quítenle a éste la moneda y dénsela al que tiene diez'. Le respondieron: 'Señor, ya tiene diez monedas'. El les dijo: 'Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará.

 

Es lógico,   Dios dará mucho más al hombre generoso,  y al que es mezquino, le quitará por obvias razones.

 

 

En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia' ".

Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos.

 

Por más que tratemos de eludir nuestras  responsabilidades, no podremos,  el indolente no puede aprender, no puede crecer en santidad.  no tenemos excusa, pues los que hicieron el esfuerzo lograron llegar a la tierra prometida,  y por el esfuerzo obtienen la ayuda de Dios,   y para Dios todo es posible, con la ayuda de Dios todos podemos.

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