Blogia
PARATUBIENESTAR

EL DESINTERES POR CONOCER LA VERDAD

 
Jesús dice que en este tiempo ya no tenemos excusa,  no podemos alegar ignorancia de las enseñanzas de Dios.
 
La incomprensión de la lectura del Evangelio y de la Biblia en general, se debe a nuestra indiferencia y desinterés de lo que en ella está escrito.  por lo tanto nuestra ignorancia  nos llevará irremediablemente a la perdición.
 
Todos estamos incluidos, sacerdotes, pastores y ministros especialmente, porque ellos dicen saber  pero no lo saben. y su infierno será mucho peor que el de los demás.
 
Demasiados religiosos de todas las denominaciones han ocupado el lugar del Señor, se han hecho maestros y señores de la gente que acude a los templos,  en lugar de explicar el Evangelio y los pasajes bíblicos,  enseñan preceptos de hombres, y la gente se han convertido en ovejas que no siguen a Jesús.
 
En aquellos tiempos surgió entre los judíos el interrogante o la duda de su procedencia, la gente creían que Jesús era oriundo de Nazaret, pero como todos sabemos; Jesús nació en Belén.  pero los religiosos judíos no se tomaron la molestia de investigar, no tenían interés,  solo querían eliminarle
 
 
 
Juan (7, 40-53)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, algunos de los que habían escuchado a Jesús comenzaron a decir: “Este es verdaderamente el profeta”. Otros afirmaban: “Este es el Mesías”. Otros, en cambio, decían: “¿Acaso el Mesías va a venir de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá de la familia de David, y de Belén, el pueblo de David?” Así surgió entre la gente una división por causa de Jesús. Algunos querían apoderarse de él, pero nadie le puso la mano encima.

Los guardias del templo, que habían sido enviados para apresar a Jesús, volvieron a donde estaban los sumos sacerdotes y los fariseos, y éstos les dijeron: “¿Por qué no lo han traído?” Ellos respondieron: “Nadie ha hablado nunca como ese hombre”.

Los fariseos les replicaron: “¿Acaso también ustedes se han dejado embaucar por él? ¿Acaso ha creído en él alguno de los jefes o de los fariseos? La chusma ésa, que no entiende la ley, está maldita”.

Nicodemo, aquel que había ido en otro tiempo a ver a Jesús, y que era fariseo, les dijo: “¿Acaso nuestra ley condena a un hombre sin oírlo primero y sin averiguar lo que ha hecho?”

Ellos le replicaron: “¿También tú eres galileo? Estudia las Escrituras y verás que de Galilea no ha salido ningún profeta”. Y después de esto, cada uno de ellos se fue a su propia casa.

0 comentarios