MISERICORDIA QUIERO - NO SACRIFICIOS

Bastante sufrimientos tenemos en este mundo, las razones son muchas,  guerras, pestes, enfermedades diversas, infidelidades, desempleo, terremotos e inundaciones, etc. etc..

Ante estas calamidades,  ¿ que deberíamos hacer los que creemos ser creyentes ? - está escrito,  ""LA FE VIENE POR LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO " , la pregunta es:  . Quienes son los que predican el Evangelio ?  - la respuesta es sencilla,  todos los creyentes que  ponen en practica la palabra de Dios,también la pueden transmitir, ya que seguramente tendrán sus magnificas experiencia.

 

Jesús dice, " Yo quiero misericordia,  no sacrificios "  -  significa que los creyentes, debemos poner en practica la misericordia  que también significa "consuelo"  - no solamente de una limosna sino de hacerles conocer el Evangelio y por el Evangelio, las promesas de Dios para que luego reciban de Dios la bendita FE, ya que por medio de la FE, recibirán del Señor un consuelo infinitamente mayor.- no hay una promesa de vida fácil en este mundo, sino para la vida después de la muerte, porque la muerte como nosotros creemos, no existe,  - la muerte es la pascua de resurrección o sea el paso ineludible a la otra vida,   -  pero la felicidad en la otra vida, depende de lo que hagamos en este mundo,  cosecharemos lo que sembramos..

 

La siguiente lectura  es un ejemplo de lo que tenemos que transmitir, - y no imponer obligaciones de penitencias, porque Dios quiere misericordia, ya  bastante males  tenemos que  superar,  y la misericordia es mejor que todas las penitencias y que todas las ofrendas,  así lo hizo nuestro Señor Jesús que se ofrendó a si mismo.solo por amor.

 

Pablo a los

corintios (1, 1-7)

Yo Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Timoteo, hermano nuestro, deseamos a la Iglesia de Dios que está en Corinto y a todos los cristianos que viven en la provincia de Acaya, la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor.

 

También por añadidura, a todas las comunidades del mundo

 

 

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre lleno de misericordia y Dios que siempre consuela. El es quien nos conforta en nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos también confortar con la misma fuerza que recibimos de Dios, a los que se encuentran atribulados.

Porque así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así, por medio de Cristo, recibimos también un gran consuelo. Por eso, si sufrimos, es para consuelo y salvación de ustedes; si somos consolados, es también para consuelo de ustedes, para que puedan soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros soportamos. Tenemos, pues, una firme esperanza en ustedes, porque sabemos que, así como ustedes son nuestros compañeros en el sufrimiento, también lo serán en el consuelo.

 

 

Y estas son las promesas de Dios y nuestro Señor Jesús

 

MATEO   3  1-12

 

En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, hablándoles así:

“Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios.

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos, puesto que de la misma manera persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes”.